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El pescador Miguel (Cristian Mercado) se enamora del pintor Santiago (Manolo Cardona) a pesar de todo.
El pescador Miguel (Cristian Mercado) se enamora del pintor Santiago (Manolo Cardona) a pesar de todo.



El primer largometraje de Javier Fuentes León es una conmovedora historia de amor entre dos hombres.
Por Ricardo Silva Romero
Sábado 24 Abril 2010

Título original: Contracorriente
Año de estreno: 2010
Género: Drama
Guión y Dirección: Javier Fuentes-León
Actores: Cristian Mercado, Tatiana Astengo, Manolo Cardona, José Chacaltana, Emilram Cossio, Cindy Díaz, Aydée Cáceres, Liliana Alegría Saavedra
Calificación: ***1/2
En el triste Cabo Blanco, un tradicional caserío en las costas del Perú, un pescador llamado Miguel sostiene una relación amorosa con un pintor que responde al nombre de Santiago. Se ve con él a escondidas, por supuesto, porque ni Dios ni el pueblo ni sus propios prejuicios van a perdonarle la noticia de su homosexualidad. Y porque si su mujer, la sonriente Mariela, se enterara de quién es el verdadero amor de su vida, seguro que se iría a la tumba con sus siete meses de embarazo. Pero, porque “nada queda oculto bajo el sol”, porque tarde o temprano una persona tiene que ser la persona que en verdad es, el protagonista de Contracorriente se verá obligado a encarar sus sentimientos.

Contracorriente, que es el primer largometraje del cineasta peruano Javier Fuentes León, tiene el espíritu de los buenos relatos fantásticos: pone a su protagonista a vivir una fábula –una narración ejemplar de esas que solo suceden en las ficciones, en las leyendas o en las culturas que no temen a lo invisible– para que el pobre haga las paces consigo mismo: para que un día sea capaz de reconocerse en el espejo. También es un retrato de dos hombres que se aman a pesar de todo, a pesar, incluso, de ellos mismos: más allá de los discursos urgentes, más allá de ese “llamado al respeto” que sigue siendo un llamado necesario (la gente aún es marginada por cuenta de su orientación sexual, el Vaticano insiste en establecer vínculos entre homosexualismo y pedofilia, el diario sensacionalista La Libertad, de Barranquilla, se atreve a titular “Ricky Martin admite ser una loca arrebatada” en su edición del pasado 30 de marzo), Contracorriente recuerda que ninguna historia de amor sucede entre dos cobardes.

Fuentes –León, un médico que un día se fue a Los Ángeles para convertirse en cineasta, que desde 1997 ha vivido gracias a la televisión y que se ha probado en el cine por medio de dos cortometrajes, demuestra en Contracorriente que en verdad quiere a sus personajes, que conoce de memoria las leyes del drama y que no se ha dejado tentar por el exceso de primeros planos que arruinan tantas películas de ahora. Sus tres actores protagonistas, el boliviano Cristian Mercado, el colombiano Manolo Cardona y la peruana Tatiana Astengo, se juegan el todo por el todo a lo largo del relato: también gracias a ellos, gracias a la valentía con la que emprenden sus interpretaciones, resulta convincente la transformación que ocurre dentro de cada uno de los personajes principales.

Contracorriente es una tragedia que gira y gira de manera sorprendente hasta el final. Contar algo más de su trama puede arruinar la experiencia de verla. Puede decirse, eso sí, que se trata de una prueba más de cómo debe filmarse una coproducción latinoamericana sin que al final resulte una colcha de retazos. Debe decirse que conmueve sin trampas. http://www.semana.com/cultura/contracorriente/138049-3.aspx